Inflación

La inflación: ¿Cómo influye en la estabilidad económica peruana?

La inflación es un fenómeno monetario debido a que es producido por el incremento rápido de la cantidad de dinero que de la producción.

Esta afirmación se sustenta en la teoría cuantitativa de dinero, según la cual los precios varían proporcionalmente respecto a la oferta monetaria. Es decir, el valor de las transacciones que se llevan a cabo en la economía (PBI nominal) es equivalente a la cantidad de dinero que circula en ella (velocidad del dinero).

Si se asume que la velocidad del dinero es constante, en una economía sin crecimiento económico, la tasa de inflación es igual a la tasa de crecimiento del dinero. Por lo tanto, si se incrementa la oferta monetaria tendremos más dinero persiguiendo los mismos bienes, con lo que los precios subirán. De la misma forma, si la tasa de crecimiento de la actividad económica y de la cantidad de dinero es la misma, los precios deberían mantenerse constantes.

¿Por qué es importante controlar la inflación en el Perú?

Según la Constitución Política del Perú, la finalidad del Banco Central de Reserva del Perú es preservar la estabilidad monetaria. Por ello, su política monetaria se implementa en un esquema de Metas Explícitas de Inflación, con un rango de tolerancia para esta variable entre 1 y 3 por ciento.

Este rango permite a la economía desenvolverse sin presiones inflacionarias o deflacionarias, de manera consistente y es similar al de otros bancos centrales con monedas estables.

Esta meta se mide de manera continua y se utiliza la tasa de crecimiento del último año del Índice de Precios al Consumidor (IPS) de Lima Metropolitana. Si existiera una desviación de la inflación fuera del rango meta, el BCRP debe evaluar las acciones pertinentes para retornar al rango y teniendo en consideración los rezagos con los que opera la política monetaria.

Por lo que se podría decir que, al mantener una baja tasa de inflación, el BCRP crea las condiciones necesarias para el desenvolvimiento normal de las actividades económicas, lo que ayuda a tener mayores tasas de crecimiento económico sostenido, evitar los costos y distorsiones generados por una alta inflación.

En contraparte, una tasa de inflación elevada perjudica el desarrollo económico porque impide que la moneda cumpla adecuadamente sus funciones de medio de cambio, de unidad de cuenta y de depósito de valor.

Los procesos inflacionarios distorsionan el sistema de precios relativos a la economía, es por ello que puede generarse incertidumbre entre la población y desalienta la inversión, reduciendo la capacidad de crecimiento a largo plazo de la economía.

Al desvalorizar la moneda con alzas generalizadas y continuas de los precios de los bienes y servicios, se perjudica principalmente a aquellos segmentos de la población con menores ingresos, pues no tienen un fácil acceso a mecanismos de protección contra un proceso inflacionario.